Reseña de la novela de Willy Uribe: El último viaje del Omphalos
España derrotó a Finlandia y está casi clasificada para las eliminatorias del Eurobasket. Las claves, en el Magazine de Perarnau.
Foto: Elio Castoria/Ceretti (FIBA Europe)
O como un deportista hace de sus valores, sin quererlo, su marca personal.
Rafael Nadal no es el mejor tenista del mundo. Lo ha sido, en términos de ranking, durante 102 semanas a lo largo de su carrera. Ha ganado más Master 1000 que ningún otro profesional de la raqueta y es, con permiso de Pau Gasol, el deportista español más exitoso de los últimos tiempos.
En términos absolutamente técnicos, Federer es considerado por la mayor parte del público entendido como el tenista que mejor repertorio tiene para resolver el conflicto con la pelota durante la última década. Djokovic parece estar dotado con los argumentos suficientes para sucederle. Mezcla de calidad y potencia, el serbio tuvo un 2012 absolutamente excepcional.
Pero en cuestiones emocionales, en transmitir sensaciones, en el sentir de la victoria, Nadal despierta admiración en el mundo entero. Nadal tiene 4 millones de seguidores en twitter, por casi 2 millones de Djokovic o 400 mil de Federer. ¿Por qué la gente se siente cercana a Nadal? Por lo que transmite a partir de sus valores. De alguna manera, todos nos sentimos capaces de emularle.
Vamos a intentar explicarlo.
Artículo original del blog de MasSaber, donde podrás leerlo por completo.
En Alemania, los amigos de Reportagen publicaron con su número 12, una parte de Yo, precario (Libros del Lince, 2013), la que correspondía a las Chococrónicas, la primera parte del libro.
Ahora, ha salido la entrevista que me hicieron en aquella época, que realizamos intercambiando varias llamadas telefónicas.
Entrevista en Reportagen.
Retrato mío en Reportagen.
De nuevo crónicas de Basket en el Magazine deportivo de Martí Perarnau, es lo que tiene ir siguiendo, día a día, el Eurosbasket de Eslovenia.
Hoy jugó España contra Georgia y cerró la primera fase con una notable actuación. A partir de ahora, las semifinales.
Foto: Elio Castoria (FIBA Europe)